La esgrima del saber #1

¡Acabáramos! Una inaugura un blog atribuyéndole todas las culpas a un videíto encontrado en el Youtube y resulta que el huevo de la serpiente estaba donde menos se lo espera. ¡En las clases de esgrima!




La cosa es así: mi hijo es sablista. Detrás de eso, hay una larga historia que hoy no viene a cuento, pero llegó a la sala más prestigiosa del país. Allí, dos veces por semana, aprende y entrena con los mejores del país. Entre ellos, transpirando codo a codo (o pedana a pedana), se encuentra la deportista olímpica Belén Pérez Maurice, y otros tiradores que ocupan los primeros puestos del ranking nacional y de los regionales.

Atando cabos, recuerdo algún comentario perdido sobre el CNBA. "Fulanito no viene porque tiene exámenes muy difíciles en el Buenos Aires". "Menganito y la hermana van al Buenos Aires". "Sutanito competía en los Intercolegiales por el Buenos Aires". Por lo visto, la esgrima es un deporte tradicional incluso en la escolarización de sus tiradores. No son dos o tres: ¡son un montón!

Para colmo, todos (y pueden creerme que hablo de t-o-d-o-s) son excelentes deportistas, personas hermosas, compañeros contenedores, contrincantes que alientan e, incluso, regalan puntos para animar a los expertos. Y no solo eso, léen, hablan idiomas, saben de Historia o de Geografía, y no falta el que toca el piano con maestría. 

Y yo, sin enterarme de nada. Para que después me digan que estoy en todos los detalles. Ja!

Comentarios

Entradas populares