Sommelière de institutos #1

Me recomiendan un excelente instituto para preparar el ingreso ¡en Caballito! Sé de otro, maravilloso, ¡en Flores! Y me insisten con uno que está en el Centro. Lo lamento, pero la cercanía es un criterio educativo poco valorado pero muy importante, de modo que -como ya habíamos acordado- abrí el Google y le pedí ayuda. Tenemos esta tarde, la primera entrevista.


El lugar se localiza a muy apropiadas veintipocas cuadras de nuestra casa. El barrio vecino, para ser exactos. Zona comercial, hiperconectada con colectivos y subte. Del colegio de mi hijo hasta ahí, debe haber no más de 8 paradas. O sea, empezamos bien.

Esta institución se ubica entre "las caras" con porcentajes de éxito altos. Primer piso, nos recibe una amable secretaria. Edificio de estilo francés, conserva en el interior las molduras, más por pereza arquitectónica y economía de recursos que otra cosa. Somos tres: dos progenitores, cuaderno en mano, y niño pre-aspirante.

La información de rigor es lo primero: cuatro materias, dos anuales y dos cuatrimestrales. Hay que sumar puntos porque de unos mil aspirantes, solo entran los 450 mejores. "Lo que les falta a las clases del CNBA, se encuentra en los institutos", puntualiza la también amable coordinadora.

Propone una cursada de dos veces por semana en horario complementario al colegio. Los grupos tienen hasta 13 alumnos entre los que implementan un sistema de tutorías con docentes que siguen de cerca a cada chico/a. En el instituto replican los exámenes en unos simulacros previos a los parciales del CNBA y, ya que están, te hacen un poco de turismo por las instalaciones del secundario que tiene el dueño. Así, si no entrás, por lo menos tenés un Plan B a mano.

El bonus incluye la posibilidad de clases particulares y un curso previo (lo llaman pre-curso) en febrero que solo tiene dos materiales: Herramientas metodológicas y Estrategias para la resolución de problemas. Nota mental: esto me interesa para mi hijo. 

Sobre las familias: apunta que el rol es el de contención y acompañamiento. Nada de ayudar en las tareas ni a estudiar. El propósito es que el/la aspirante logre un grado aceptable de autonomía. Los padres y madres reciben un informe bimestral sobre el rendimiento del chico/a.

Nuestra valoración: un poquito marketinero. 
Demasiado "empresa" para nuestra onda.
Le damos: 4 aulas magnas sobre 5.

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