Leo El Colegio, de Alicia Méndez #2

Sigo leyendo El Colegio: La formación de una elite meritocrática en el Nacional Buenos Aires, de la doctora en Ciencias Sociales por la UBA Alicia Méndez. Les regalo esta escena.

En el acto de bienvenida a la promoción que ingresó en 2006, una alumna muy joven con voz cristalina y afinación perfecta cantó, acompañada por un profesor de música del establecimiento, un aria de ópera compuesta por Mozart a la misma edad con que contaba la mayor parte del auditorio. No es ese el género musical al que están acostumbrados los chicos de esa generación, más habituados a escuchar géneros melódicos, música pop o rock. De todos modos, los asistentes escucharon en un silencio absoluto a la joven que cantaba con su voz de soprano ligera. Habían empezado a comprender que ese era el género legítimo en la institución a la que tanto les había costado ingresar. El decano de una facultad de la UBA, cuya hija ingresaba ese día en el CNBA, me comentó esa tarde: “Es un colegio del siglo pasado” (se refería al siglo XIX).

La madre de un ingresante que estaba sentada a mi lado fue pasando del orgullo emocionado a la devastación. Sabía del rigor del Colegio: su marido había sido alumno durante la dictadura y lo había pasado tan mal que todavía se le hacía muy difícil ir a las reuniones de ex alumnos. A medida que escuchaba al rector, se iba enterando de que su hijo debería ir dos veces por semana, en contraturno, a las clases de gimnasia en Puerto Madero, al este de la ciudad, y que no podría seguir haciendo lo que más le gustaba, jugar al básquet, porque algunos otros días debía además entrar una hora antes de su horario habitual para cursar alguna materia. Empezaba a notar que la vida del joven había cambiado y, de hecho, cambió: cuando me hallaba yo sistematizando las notas tomadas años antes, ese chico que ya estaba en cuarto año apareció en la revista dominical de un diario de circulación nacional en la que se lo mencionaba como un joven “operómano”, asiduo asistente a la ópera. Esa referencia muestra que el peso de ciertas tradiciones como la de valorización de la música culta —en nuestro país la ópera es clasificada de ese modo— se extiende en el Colegio hasta el presente.

Los subrayados son míos.